Mochileros locales y la ausencia de politicas de turismo

La entrada a Iruya
Una de las cuestiones que más me preocupó de mi última visita a Iruya, en la provincia argentuna de Salta, y que conté en una entrada anterior, fue el tema de lo que se viene en el verano: la llegada de los mochileros argentinos, que no es vista con simpatía por muchos habitantes locales que se dedican al turismo. La razón: no quieren gastar, ya sea porque no tienen o porque no quieren. El tema es complejo, y me referiré a algunos puntos. Desde ya, ustedes pueden ampliar el tema en los comentarios.1) Efectivamente, existe una cierta cantidad de mochileros argentinos que tiene una filosofía de “no gasto nada en absoluto”. Y no sólo no gastan; además quieren conseguir cosas gratis de la gente del lugar. Ya hablé del tema en una vieja entrada de este blog. En muchos casos, incluso pueden ser ruidosos y asentarse en lugares que luego dejan en un estado deplorable. Viajar de manera económica no justifica de ninguna manera que deban provocar problemas en los lugares que visitan. Lo digo, por ejemplo, por lugares como La Palca, la confluencia de los ríos cercanos a Iruya, un lugar que es marcado como un sitio donde muchas veces se asientan los mochileros, y que estaba lleno de botellas de plástico que afeaban un hermoso paisaje. Ojo: la gran mayoría de los mochileros sí está dispuesta a gastar dentro de un presupuesto limitado. Justamente, ellos son los más perjudicados si ciertos destinos dejan de brindar servicios para ellos o sólo los proveen de manera muy limitada.2) Pero a la vez, la llegada de mochileros argentinos al noroeste argentino no es un fenómeno climático. Digo, no es que no se sabe si llegarán o no. Lo harán de todas formas desde diciembre y hasta marzo, la época de vacaciones en el sur del mundo. Y aquí entra un tema puntual: ¿donde están las políticas que tiene que tener el Estado para este tipo de temas? En muchos lugares de Argentina he visto albergues comunales que ofrecen alojamiento muy económico, y que permiten que muchas personas viajen por poco dinero, pero no vi mucho de ello en varias localidades del noroeste argentino. También se puede impulsar el establecimiento de amplios lugares de camping, por costos razonables. La idea es simple: es mucho peor dejar que los viajeros se asienten en cualquier lugar, porque eso puede dañar el sitio, causar problemas con los habitantes locales y terminar en problemas para todos. Me parece que lugares como Iruya y Purmamarca necesitan este tipo de políticas. Tal vez tengan algunos proyectos en marcha y no me enteré. En ese caso, avisan en los comentarios.

¿A qué va todo esto? A que la focalización de muchos destinos del noroeste argentino en el viajero internacional o los mochileros con euros no debe constituirse en una excusa para desatender por completo a los mochileros locales, ya sean argentinos o de otros lugares de América Latina. Hay al menos tres razones que se me ocurren:

1) Porque esos mochileros pueden volver años después a recorrer esos mismos lugares, seguramente con una mayor capacidad de consumo. Unos cuantos años atrás, recorrí esos lugares con mi mochila, y hace un par de semanas regresé a dar charlas en Jujuy.

2) Porque si muchos lugares del noroeste argentino tienen la fama que tienen, en buena parte se la deben a los mochileros que visitaban esos lugares cuando poca gente con euros o dólares se aventuraba por allí. No se trata, claro, de levantar ideales románticos, en tanto entiendo perfectamente que las decisiones de inversión en turismo se toman en base a demandas de mercado. Pero a la vez, si hace un par de años hubieran optado por una política de desalentar a los mochileros, hoy probablemente su lugar en el mercado sería muy diferente.

3) Porque no conozco casi ningún país que sea realmente importante en el mercado turístico internacional que a la vez no tenga un turismo doméstico muy fuerte. Desantender el turismo interno en nombre de atraer sólo a los viajeros internacionales puede ser una buena decisión en estos tiempos de relación peso – dólar muy favorable a la segunda moneda. Pero si en unos años cambia la paridad cambiaria, vamos a tener problemas. Nadie dice nada acerca de desalentar el turismo internacional o querer cobrar más a un turista porque llega desde fuera de Argentina; pero a la vez, eso no puede ser una excusa para quitar del medio la necesidad de tener políticas locales de promoción del turismo interno. El Estado necesita tener una estrategia, tanto para evitar que el crecimiento del turismo cinco estrellas ponga en riesgo el medio ambiente, así como para planificar la oferta de hospedajes y alojamientos que cubra los diversos segmentos de viajeros.

En el fondo, lo que temo es que la ausencia de políticas turísticas para los mochileros locales en muchos sitios de Argentina termine en una solución no deseable: el uso de la policía para desalentar la llegada de aquellos que no sean considerados “turistas deseables”. No es algo raro en Argentina; en la década del ’90, en la localidad balnearia de Villa Gesell se expulsaba a todo aquel que en la noche no tuviera un alojamiento asegurado. La ausencia de políticas para los mochileros en el noroeste no debe terminar en un lugar similar. Este verano muchos mochileros de Argentina y países limítrofes llegarán por la zona, y me pregunto que tipo de políticas hay previstas para esta demanda.

Esta entrada fue casi como “hablar en voz alta”. En las charlas que tuve con varias personas en Jujuy, estos temas salieron mucho. Así que sería bueno saber que opinan; como siempre, pueden aportar su punto de vista en los comentarios, porque hay muchas cuestiones para debatir, más allá de lo endeble de algunos de mis argumentos.

Y ahora sólo me queda en el “debe” el tema de las consecuencias de la declaración de Patrimonio Histórico de la Humanidad de la Quebrada de Humahuaca, en Jujuy. Ya hablé mucho de Argentina en las últimas semanas, así que nos tomaremos un respiro, que tengo libros y otros temas sin trabajar. La imagen que abre la entrada, por cierto, pertenece a la calle de entrada a Iruya, y la tomé en el último viaje por allí.

14 comentarios en «Mochileros locales y la ausencia de politicas de turismo»

  1. Hola Jorge, muy bueno el post. Recuerdo que en el verano de 2000 estuve en Iruya, la única vez que fui. En ese momento, estaba de mochilero, en plan de un viaje de unos tres meses por el norte, y creo que tenía algo así como 20 pesos por día (para mí y mi pareja de entonces), con lo cual estabamos ajustadísimos. En Iruya tuvimos que meternos en un baldío cerca de un riacho, y acampar ahí.

    Sobre lo que decís, es así. Estaría bueno que haya más lugares para los que no pueden pagar más. Yo en ese momento, con 18 años, tenía una máxima: viajar como sea, siempre que tuviera garantizada la plata para comer. El resto veía. A veces acampaba, otras iba a hoteles baratos, etc.

    Ahora, las cosas son distintas, porque estoy más grande y por suerte puedo pagarme algunas cosas más que antes. Pero siempre trato de mantener esto: el respeto por el lugar, por la gente que vive allí, y tratar de dejar las cosas tal cual como estaban cuando llegamos. Que nuestro paso no deje huellas en el lugar y sí en nosotros.

    Saludos a todos.

  2. El problema no es la mochila, es la mentalidad con la que se afronta el viaje. todos hemos sido jóvenes, con poco dinero y mucha ilusión por conocer mundo. El problema se presenta cuando uno afronta con menosprecio del entorno el viaje. Esto lo podemos ver en mucha partes del mundo y precisamente no restringido al “cliente” de pocos medios económicos. El entorno del impresionante Everest está plagado de basura de las decenas de expediciones que se agrupan ahí en pocos meses. La subida clásico de Hillary y Tensing es ya un paseo para que amantes del deporte extremo se prueben como super heroes y luego contarlo en el starbucks…Algunos de ellos se han quedado congelados por el camino y uno se los cruza en la ascension…

  3. Muy buen post, tocaste un tema muy sensitivo para lo que es el NOA argentino. Los mochileros no son bien vistos en la mayoría de los lugares, eso lo sabemos, pero como decis vos la culpa de la secretaria de turismo de las diferentes provincias que no toman las medidas necesarias. Parecería que no se dan cuenta el potencial turistico que tienen, hace falta mas iniciativa.

  4. No me refiero tanto al gobierno como al Estado. Creo que en el noroeste argentino faltan políticas más claras con respecto a varias problemáticas turísticas, como las que señalo en esta entrada.

  5. ME parece muy interesante el tema tratado, sin embargo con respeto al cuidado de lo q es el medio ambiente no veo solución ya que el ARGENTINO por cultura no tiene respeto a cuidar su entorno; ya sea natural o material…UNA LASTIMA

  6. Hola Jorge,
    Muy interesante y complejo tema.

    Es evidente que en la imagen colectiva de casi todos (y mucho más en las comunidades locales que estén involucrados en turismo) se relacione al mochilero con el poco presupuesto con el que viajan, cosa que discrepo totalmente.

    Están los mochileros que cuentan con un presupuesto muy limitado e incluso nulo, donde sus gastos cubren necesidades muy básicas y son los que de una forma autogestionaría van avanzando en su trayecto. Pero también hay mochileros que cuentan con un presupuesto adecuado (la mayoría incluso con un respaldo económico en caso de urgencia), personalmente creo que es este el perfil de mayor porcentaje en los mochileros latinoamericanos. y es aquí que el enfoque se traslada a cuales son los motivos de gasto de dicho presupuesto. Sí, es un análisis muy subjetivo, así como hay un día que se puede gastar en una buena pizza con un buen vino, hay otro que se gasta en una empanada y gaseosa, y esto se relaciona al contexto del día a día que la experiencia de viaje le esta brindando al mochilero. Así como también (algo que no se toma mucho en cuenta) el contexto de la ruta trazada por el mochilero, es decir: ¿en que parte del recorrido se encuentra? Puesto que siempre hay un destino final, seria interesante saber estadísticas de cuantos mochileros argentinos que van al NOA en los meses de verano su ruta no acaba ahí, tal vez asi se pueda explicar el tema de el poco gasto que generan y las consecuencias de que no son visto con simpatía por los locales.

    En Cusco, bajo la temporada de verano y dentro del perfil: “mochileros argentinos con presupuesto” (que ya estuvieron por el NOA y por Bolivia) van generando gastos y consumos diversos; están los que hacen el completo circuito turístico, generan consumo en artesanías y están de fiesta todas las noches. Así como también están los que no llegan a conocer Machupicchu y tratan de economizar todo gasto, la diferencia(En un gran porcentaje) es que en los primeros el destino final estaba ahí mismo en la ciudad de Cusco, y los otros aun no: seguía Lima, Máncora, Montañitas, la ruta del sol hacia Colombia, entonces aun hay que economizar puesto que el trayecto continua.

    Entonces a partir de esto se debería tener bien estudiado el perfil de aquellos mochileros argentinos que van al NOA como destino final, para luego entrelazar a todos los involucrados en turismo en el NOA, para que se pueda concretar un mejor sistema para ellos, ya sea en incentivar los albergues municipales, acceso económico a las rutas turísticas, etcéteras. Promoviendo esa verdad de que los mochileros de hoy, son los turistas con mayor capacidad económica dentro de unos años y si tienen una buena experiencia es inevitable que regresaran.

    Saludos

    Carlos

  7. particularmente no creo que la problematica sea “local”… no sucede unicamente en el NOA. La tematica mochilera, si revisamos ediciones tempranas de, por ejemplo la editorial Lonely Planet: vamos a encontrar destinos que FUERON ABIERTOS por mochileros, que surcaron las rutas “fuera del circuito gastado de turismo” y que por su paso masivo convirtieron destinos en posteriores clásicos.

    Particularmente me ha pasado en innumerables ocasiones que gente que había viajado 5 o 6 años antes que yo a algun país me recomendara “esa perlita desconocida” y al llegar me encontrara con que hasta Sheratons habian echo base…

    Mas allá e los gobiernos, más allá de los pueblos… el mundo lo maneja el dinero, realísticamente. Por mas que nos guste o nó. Y si bien en algun momento el mochilero fue el que primero les dió sus pocos dinares… eventualmente el turista-debenido-viajero dejó más… y el carro de bueyes tira. Tira fuerte.

    No quiero decir que esté de acuerdo. Solo digo que el mundo se está achicando cada vez más. ;)

  8. Es un tema difícil. Pero lamentablemente los mochileros y viajeros de bajo presupuesto, estamos siendo desplazados cada vez más por quienes cuentan con poder económico.
    Bien citó Jorge que el NOA era una zona netamente mochilera hasta antes de la debacle de 2.001, yo personalmente he ido el último año que el NOA estuvo barato y accesible, en Julio de 2.002, de allí en adelante, el escenario ha cambiado dramáticamente. El perfil de turismo predevaluación debe ajustarse y averiguar más para disfrutar. Casi todos los precios, aumentaron en Dólares al ritmo del Dólar, incluso, muchos de los mismos aumentaron hasta 4 veces.
    Siempre pongo el mismo caso, el de Puerto Madryn. Hasta hace unos 8 años, quien iba a la Ciudad de las Ballenas, iba dispuesto a gastar poco y los precios acompañaban a esa temática. Personalmente estuve en Diciembre del año pasado en Puerto Madryn y los precios eran carísimos, paré en un hostel por 22 mangos. Para darles una idea de qué quiero transmitirles les paso los precios de Semana Santa de 2.002 y de Diciembre del año pasado.

    SEMANA SANTA 2.002
    – Avistaje de Ballenas $25,00.-
    – Excursión a Península de Valdés $30,00.-
    – Excursión a Punta Tombo $30,00.-

    DICIEMBRE DE 2.006
    – Avistaje de Ballenas $65,00.-
    – Excursión a Península de Valdés $115,00.-
    – Excursión a Punta Tombo $115,00.-

    Veremos cómo evoluciona el panorama que no parece tan alentador, rescato la frase de Angeles, que comenta que dodne antes iban mochileros, hoy vemos Hoteles Sheraton.

  9. Hola a todos.
    Que los mochileros no son bien vistos en un lugar de Argentina? Vaya, vaya.Y quienes son bien vistos? Los turistas europeos como yo a los que nos pedían precios astronómicos por alojamientos tercermundistas? La gente a la que pueden aplicar los “precios de turista” que suelen doblar los “de nacional”?
    Argentina fue mi viaje mas caro y paradójicamente en el que peores alojamientos y servicios tuve. Para no tener estos problemas casi te obligan a ir de mochilero, porque así no piensas en si te estafan en un hostel o no, o en lo mal que funcionan y lo caras que son sus “aerolineas”. Vamos,de mochilero te da todo igual. Y ahora leo esto… en fin me parece un sarcasmo.
    Realmente Argentina tiene un serio problema de conceptos en lo que a turismo se refiere.
    Saludos.

  10. Juan Carlos, deberías contar donde estuvista. Mi entrada se concentra en el norte argentino, pero, por ejemplo, Patagonia es otro tema. En cuanto a que se cobra más a los turistas extranjeros que a los locales, es un tema que ya he abordado en este blog con respecto, en particular, a los pasajes de avión.

  11. Mi viaje me llevó a Ushuaia, Península Valdés, El Calafate, Bariloche, Salta, Iguazú y por supuesto BBAA. Si te estabas centrando en la zona norte, pues me disculpo por salirme del tema. En todo caso yo no noté muchas diferencias entre zonas. La misma picaresca, los mismos alojamientos mediocres a precios europeos… Quizá en el sur sí que fuera peor, porque los precios no eran europeos, eran superiores. Aún así Salta fue una de las etapas más conflictivas.Perdí un día porque las aerolineas me dejaron tirado en BBAA porque no llenaron mi vuelo y sencillamente lo cancelaron. Tuve que dejar el hotel que tenía pagado e irme a buscar otro en condiciones. Y la excursión que tomé para ver las Quebradas fue un desastre.
    Volviendo al tema inicial, yo he tenido que aguantar que se me diga que los europeos pretendemos ir a Sudamérica de vacaciones a vivir de lujo con un puñado de euros, para justificar el desastre que yo padecí. Se me ha puesto como modelo precisamente a los mochileros, que dicen no tener los problemas que yo tuve. Bien, pues ahora veo esto. Insisto, me parece cómico. A mí por suerte ya me afecta bien poco, pero vuelvo a decir lo mismo. Para viajar a Argentina sin problemas hay que ser rico o mochilero. Si los ricos están mal vistos, y ahora los mochileros también ¿qué es lo que quiere ese pais?
    Otra cosa, las dobles tarifas están en todas partes, y se aplican según lo listo o no que sea el propietario del negocio en cuestión. Hasta al preguntar por una cámara de fotos en un comercio. Te puedo citar el insultante caso de un alojamiento que en su web dice tener “precios de argentinos, de sudamericanos y del resto del mundo”.

  12. Juan Carlos, el tema de las aerolíneas da para mucho. Efectivamente, los servicios internos de cabotaje son pésimos. Se trata de una de las peores áreas del gobierno (y lo peor es que el secretario de transporte ha sido confirmado en su cargo). Cancelaciones y demoras están a la orden del día, y a quienes no son residentes se les cobra una tarifa desproporcionada por donde lo veas. No hay mucho que discutir; en realidad, lo que se esperaría es que se mejore el servicio.

    En cuanto al “precio diferenciado”, efectivamente se da así, y muchos hoteles y empresas de turismo cobran más a quienes vienen de afuera. En tanto en muchos casos se trata de servicios cuyos precios no son regulados por el Estado, más de uno sostendrá que eso se llama oferta y demanda, y que si hay quien está dispuesto pagar, habrá quien cobre más. ¿Qué consecuencias tendrá esto para el turismo en Argentina? Por desgracia, y hacia el futuro, malas. A medida que el peso se aprecie, se reducirá el margen entre las posibilidad de cobrar más a quienes lleguen desde el exterior, y la situación se parecerá más a la década del ’90, cuando todos decían “Argentina es muy lindo, pero es demasiado caro”. También hay que tomar en cuenta un tema puntual: casi todos los turistas extranjeros van a los mismos puntos (Buenos Aires, cataratas del Iguazú, Ushuaia, Calafate, y eventualmente Salta), por lo que parece obvio que allí se registren precios más altos.

    En cuanto al tema de los mochileros, la entrada se refiere explícitamente a los mochileros locales, que no pueden pagar los precios que si pueden pagar los mochileros extranjeros. El noroeste argentino fue durante mucho tiempo un destino para muchos jóvenes que no tenían mucho presupuesto, pero en los últimos años se está transformando en un polo de turismo de varias estrellas, como se puede ver en Purmamarca, en Jujuy, y seguramente terminará sucediendo en Iruya y otros destinos. Y si bien citas que estuviste en albergues de pobre calidad, también hay muchos emprendimientos de hoteles de varias estrellas. Pero preferiría no enterarme cuanto hubieran querido cobrarte por la estadía…

  13. …pues te lo cuento para que veas. En El Calafate llegaron a pedirme 200 euros por una hosteria de 2 estrellas.(Por supuesto no los pagué). En el resto de los sitios no llegaba a ese extremo, pero yo estaba a merced de lo que quisieran pedirme, que solia ser mucho. Tu explicación es acertada. Es la ley de la oferta y la demanda pero por ambas partes. Nos piden lo que creen que podemos pagar. Ese es su error. El conocer Argentina es una gran experiencia, sin duda, pero si otros lugares del mundo nos cobran menos de eso que creen que podemos pagar, pues no hay mucho que pensar. A Argentina se va una vez como mucho, mientras que a esos otros lugares se puede hasta repetir y por supuesto recomendar a amigos y familiares.
    De lo que cuentas entiendo que hasta en los alojamientos de mochileros hay precios diferenciados. Lo cual me sorprende, porque como contaba antes los mochileros españoles son de los que vuelven encantados con el pais, sobre todo con sus precios.

    Saludos.

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