¿Qué pasa cuando alguien, a quien le encanta viajar como un mochilero, quiere seguir haciéndolo de esa manera, pero tiene más dinero para gastar? ¿Deja de ser un mochilero? En cierta medida, ya no viaja igual que antes. Tiene algo más de resto para gastar en comida y transportes más cómodos, en libros y artesanías. ¿Le seguimos llamando “mochilero” o “backpacker”?

El marketing siempre tiene nuevas categorías, y estos “backpackers” de más de 30 años y con más disponibilidad al gasto son llamados “flashpackers”. La forma de viajar que siempre se asoció con la juventud, como salir de mochilero, se puede extender más allá de cierta edad, pero con algunas adaptaciones. No es muy diferente a lo que está sucediendo con muchos aspectos de nuestra vida cotidiana; ciertos consumos asociados con adolescentes y jóvenes hoy se extienden a otros grupos etarios.

Entonces, un “flashpacker”, al igual que el mochilero, no tiene ruta prefijada, arma sus recorridos con independencia de agencias de viajes, y cuenta con más tiempo para recorrer sus destinos que los habituales para un turista tradicional. Pero ya no está tan asociado a un gasto muy controlado; son, por decirlo de alguna manera, el sector “top” del turismo mochilero.

¿Y para qué identificar una nueva categoría de viajeros? Porque al mercado, los segmentos de consumidores que más gastan le caen muy bien. Si durante mucho tiempo el segmento de los mochileros fue atacado por “no dejar nada de dinero en los destinos que visitaban” , el flashpacker aparece como una figura diferente; es como un mochilero, pero está dispuesto a gastar en mejores comodidades. O sea, tiene onda, y tiene plata. Que otra cosa podría querer un destino turístico emergente que atraer muchos “flashpackers”.

¿Cuánto faltará para que comiencen a aparecer revistas y medios especializados que apunten al segmento del “flashpacker”? ¿O será que guías como Lonely Planet hace tiempo que coparon este mercado?

5 comentarios en «Flashpackers»

  1. Hola Jorge, muy buena tu nota. había leído algo de los flashpackers y si bien acá en Argentina, el fenómeno no es aún masivo, a nosotros nos sucede cada vez más a menudo, tomar reservas de gente que supera ampliamente la franja de los 30,40 y hasta 50 años. Como vos decís, vienen más relajados, no pretenden hacer un raid en 15 días que vaya desde el Cuzco a la Patagonia, no utilizan los dormis y tampoco los baños compartidos, pero se adaptan perfectamente a la vida de un hostel. Marie, una pasajera habitual de Hostel Colonial, está cerca de los 60 años, se queda con nosotros desde fines de Mayo hasta Agosto, básicamente viene a consumir Tango, con intermitencias hacia algún destino cercano y luego vuelca su experiencia en Le Routard, ya que los franceses la utilizan aún más que la Lonely Planet.
    Un abrazo. Jorge

  2. Qué cosas, he estado pensando en un viaje estilo mochilero por Suramérica en un futuro cercano y como tengo más de 30 y no me atrae mucho esa rutina de comer mal y dormir peor de los mochileros veinteañeros con tal de ahorrar cada peso posible, probablemente sea catalogado como un flashpacker.

    Y probablemente, como yo, habemos muchos para quienes si bien un paquete turístico se antoja la opción menos complicada y hasta más económica, no hay como recorrer y conocer un lugar a tu propio tiempo y manera. Claro, con la edad aumentan las responsabilidades, y hacer un viaje de estos toma mucho más planificación a estas edades… pero sí creo que hay un mercado potencialmente rentable.

  3. Me encantó el concepto. Algo había oido mencionar con algunos amigos. Y tal vez lo único que no se si es regla general es con respecto a la edad. 30 dice mucho, pero también hay que tomar en cuenta que por el cambio de divisas de algunos países donde se viaja mucho (Europa principalmente), así como por grupos de jóvenes norteamericanos de clase A,B+ que viajan en busca de esa aventura mochilera, pero con un presupuesto más abultado.

  4. Muy interesante el concepto y muy real además. Es mi caso. Fui mochilero en muchos de mis viajes desde que tenía 19 años, viajando en mi país y luego en Guatemala. Después me fui a Europa, con la carpa, sin gastar jamás en un hotel o restorán. Campings muy baratos y luego a cocinar en la carpa con la “camping-gas”, pero luego vino lo mejor, lo más mochilero: viajar por toda sudamérica, haciendo artesanía, es decir ganando en el viaje lo necesario para seguir, y no me fue mal pues viaje por un año. Pero ahora, con más de 50 años no viajo ya de ese modo. El año pasado estuve dos meses en Argentina, llevé mi plata, o mejor dicho mi “plástico” de debito y aunque me hospedé en hostales y probe aún el dormi, gasté en restorán, vino, etc… lo importante es que sigo viajando, armando yo mismo mi itinerario y dejando mucho a la improvisación del momento. Argentina es mi país favorito para viajar, por la gente y por el país. Maravilloso. Cultura, arte, geografía, buena onda etc…

  5. Como van las comunicaciones y la tecnologia yo creo que se crearan mas y mejores versiones de viajeros por el mundo. Felicidades por tu blog, me encanto!!

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