Spirit y aerolíneas de bajo costo: la crisis de un modelo

Spirit y aerolíneas de bajo costo: la crisis de un modelo

En estos días The Wall Street Journal dedicó un episodio de su podcast The Journal a analizar los problemas financieros de Spirit Airlines, la aerolínea de bajo costo que inició junto con JetBlue ese modelo de negocios en Estados Unidos. Su principal innovación comercial fue «desarmar» la tarifa para poder ofrecer precios más económicos. Por ejemplo, que la tarifa básica no incluya más que un asiento y equipaje de mano, y que todo el resto -valija en bodega, asiento determinado, comida, etc- se pague aparte. Spirit ya hace tiempo viene con problemas comerciales, y para mejorar esa ecuación buscó fusionarse el año pasado con el otro grande del sector en Estados Unidos, JetBlue. Ese acuerdo fue bloqueado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, y ahí las cosas se complicaron.

Y es que la crisis de Spirit tiene que ver con un cambio generalizado en la industria aérea, y que tiene un punto clave: las grandes empresas, las «incumbentes», terminaron copiando el modelo de las aerolíneas de bajo costo, y le quitaron su principal ventaja: una tarifa baja pero con múltiples extras.

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Otra clave: Spirit apuntó inicialmente a las rutas más demandadas por los que se trasladaban por vacaciones, y que era donde las grandes aerolíneas solían cobrar tarifas más caras, en particular en temporada alta. Esto al principio les aseguró una ocupación muy elevada, pero con el tiempo compañías como American y United ajustaron precios y plantaron competencia a partir de tener mayor variedad de horarios. Spirit tuvo un impacto bastante claro en un buen número de rutas, donde los precios bajaron. Pero ese tiempo ya pasó y ese punto dejó de ser una ventaja competitiva.

Y lo que faltaba: en los últimos años Spirit tuvo muchos problemas con su flota de aviones y sus operaciones, lo que impactó en la calidad del servicio. Que ya no era muy bueno, pero que empeoró significativamente con un incremento en las cancelaciones.

Hace unos días Spirit entró en convocatoria de acreedores para poder renegociar sus deudas y continuar con sus operaciones. Perdieron más de 2 mil millones de dólares en 4 años, y no tienen un balance con números positivos desde 2019. Las deudas superan los 9 mil millones de dólares, y era urgente comenzar a ordenar las cuentas.

Todo esto no significa que Spirit vaya a desaparecer. Pero sí que van a tener que hacer grandes cambios en su operación. Y las preguntas vienen por ese lado. ¿Qué estrategias puede adoptar la empresa para volver a ser competitiva? Algunas medidas de corto plazo son obvias: reducir la cantidad de rutas, bajar costos -y ahí seguramente irán por el recorte de la planta de personal- y concentrarse en los destinos con mayor rentabilidad. Pero se trata de decisiones que en todo caso evitan una quiebra rápida. No aseguran que a mediano y largo plazo la empresa vuelva a ser competitiva y rentable.

El podcast lo encuentran en el sitio de The Wall Street Journal (y de ahí los redirige a la plataforma que les guste, como Apple Podcasts o Spotify). La foto que abre la entrada fue tomada por Forsaken Films.

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