Ya desde hace un tiempo la ciudad de Amsterdam lanzó una campaña llamada «Stay Away», que apunta a hombres ingleses de entre 18 y 35 años. Efectivamente, les avisan que si van a buscar diversión descontrolada mejor no vayan. No es tema nuevo. Si alguno de ustedes estuvo en Amsterdam o Brujas (Bélgica) un fin de semana, seguro se cruzó con grupos de jóvenes bastante colocados. Y generalmente eran ingleses.
La campaña está en el marco de las políticas recientes de la ciudad, que está buscando limitar la llegada de más turistas. Parece algo definitivamente extraño, pero la capital de los Países Bajos ya tiene unos 20 millones de visitantes al año. Y no llega al millón de habitantes. Semejante volumen de turistas tiene bajo presión a los políticos locales, que deben enfrentar las quejas de los residentes locales. Sus votantes, digamos.
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¿Hay quejas sobre la campaña? Sí. Hay quienes la ven como discriminatoria y enfocada en estereotipos. Y obviamente en Gran Bretaña no cayó demasiado bien.
En los últimos meses hubo una serie de medidas destinadas a reducir el llamado «turismo de fiesta» en Amsterdam. La prohibición de fumar marihuana por la calle de la Zona Roja es una de ellas. Los bares y burdeles además deben cerrar más temprano. Y ya hubo anuncios sobre el posible traslado de la zona roja hacia otra parte de la ciudad.