No es ninguna novedad: para la mayoría de los creadores de contenidos en sitios Web como este -blogs, medios digitales, etc- los buscadores como Google son la principal fuente de generación de tráfico. Un usuario busca algo, el buscador le brinda una lista de resultados y sugiere donde puede tener una respuesta sobre lo que está buscando. El usuario puede hacer clic en cualquiera de esos resultados y el sitio recibirá una visita.
Pero ya desde hace tiempo esto no es tan simple. Ya en 2019 contábamos que más de la mitad de las búsquedas que se hacen en Google no producen clics. La razón principal es que cada vez más de las cosas que se buscan encuentran solución con el sistema de respuestas frecuentes que Google implementa en su página.
Pero si eso ya no era demasiado bueno para los creadores de contenidos, los resultados que se producen en las búsquedas hechas en los sistemas de inteligencia artificial tipo ChatGPT o Bard hacen que la situación sea aún peor. Los datos brindados a las preguntas pueden incluir a los sitios como fuentes citadas, pero la gran pregunta es cuántos harán clic en esos pequeños números que indican la cita.
El peligro para quienes creen contenido en la Red es que sus sitios terminen funcionando como repositorios de búsquedas de datos para que los grandes sistemas de inteligencia artificial generen contenidos derivados. Pero que reciban cada vez menos visitas y por lo tanto tengan cada vez menos oportunidad de monetizar vía publicidad o cualquier otro método.
Y como el avance y desarrollo de los sitios de inteligencia artificial está mucho más allá de generar textos y contenidos, es bastante evidente que por ahora hemos visto muy poco de lo que potencialmente se puede hacer. Y no me refiero solo a tareas típicas de un blog -generación de contenidos e ilustraciones, SEO, etc. Me refiero sobre todo a combinaciones de programación, creación de aplicaciones, servicios de búsqueda, que ahora son mucho más fáciles de crear y desarrollar, incluso para aquellos con conocimientos limitados de programación.
La foto que abre la entrada es de Kenny Eliason