Contenidos, automatización y las promesas de la monetización

Contenidos, automatización y las promesas de la monetización

Una de las consecuencias del crecimiento de la selección de contenidos vía algoritmos, algo que las redes sociales como YouTube y TikTok tienen en el corazón de su funcionamiento, es el avance de tácticas específicas destinadas a hacer dinero con el contenido. Mucho dinero, al menos en las promesas. Mientras que en las redes sociales enfocadas en las comunidades, como la versión anterior de Instagram, el punto central era construir una gran comunidad de seguidores y de esa manera asegurar un piso de visualizaciones, hoy el foco es cómo usar la selección temática de los algoritmos a tu favor.

Algunas de las consecuencias negativas se pueden ver en esta nota de The New York Times (en español). y que se enfoca en los muchos cursos de “automatización de contenidos” orientados sobre a YouTube. La promesa de estos cursos es brindar herramientas para crear canales de videos que sean muy rentables. Por ejemplo, al enfocarse en temáticas muy buscadas por los usuarios a partir de videos realizados rápidamente y con bajo costo.

En esta combinación “temáticas rentables + bajo costo” es donde se dan los principales problemas. Para producir rápido y barato se subcontrata a otros editores de videos, que por una remuneración baja producen contenido muy abundante. Claro, “producir rápido” suele llevar a tomar una serie de atajos. Así, en la nota de NYT algunos dueños de canales de YouTube terminan demonetizados por violación de derechos de autor o con denuncias de copia de contenidos de otras fuentes. Si pagás poco por el contenido normalmente vas a recibir algo de muy mala calidad.

La nota abunda en varios ejemplos de personas que crearon canales orientados a producir ingresos importantes, y terminaron gastando miles de dólares en cursos sin obtener buenos resultados financieros. Es que arrancar con este tipo de emprendimiento requiere de cierto capital para capacitación + producción de los primeros videos. Si esa primera tanda no monetiza bien por lo general el dinero se termina y no siguen adelante.

Por cierto, estos cursos de “automatización de contenidos” terminan siendo muy buenos negocios, pero para los que dan los cursos. Algunos de ellos cuestan mil dólares o incluso más.

Incluso cuando la nota de NYT se centra en las malas experiencias, hay algunas cosas que quedan de fondo. La primera es que el foco de la producción de los contenidos se trasladó hacia las recomendaciones de los algoritmos. Algo que YouTube ya implementa hace tiempo, pero que TikTok perfeccionó mucho, en particular para el consumo en móviles. Y, segundo, la construcción de comunidades pasa cada vez más a segundo plano. El futuro cercano de Internet, aplicaciones y redes sociales está más marcado por los contenidos que por la parte social.

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