Cuando arranqué con este blog, allá por 2003, uno de los puntos bastante visibles en el mercado informativo sobre viajes tenía que ver con la crisis del papel. Eso tenía al menos dos puntos. Uno, la pérdida de relevancia de revistas y suplementos de viajes en diarios. Dos, la progresiva decadencia de las guías de viajes. En el caso de éstas últimas, había algunos elementos que permitían avizorar lo que se venía: muchos consumidores tenían. cada vez menos interés en pagar por la organización y curación de la información. Había muchas hipótesis: abundancia de información en Internet, dificultades en el acceso a las guías, necesidad de contar con información actualizada más recientemente, entre otros temas. Pero, como veremos al final, esa necesidad de organización de los datos finalmente no desapareció.
Información sobre viajes y redes sociales
Hoy encontramos muchísima información sobre el mercado de viajes, mucha de ellas bastante especializada, en las redes sociales. Videos sobre sistemas de millas, restaurantes, rincones interesantes de una ciudad, tips para recorrer aeropuertos, etc. Pero hay toda una serie de dificultades en el uso y aprovechamiento de esos contenidos.
Primero, es difícil organizar y recuperar toda esa información que aparece en las redes sociales. Podemos guardar esos videos o historias, pero normalmente adquieren importancia si la aprovechamos en el corto plazo. Pero a mediano y largo plazo es realmente arduo contar con esos datos para crear recorridos en un destino.
Segundo, se trata de información muy fragmentada, sobre cuestiones muy diferentes y lejanas. En muchos casos sobre temas que pueden interesarnos de manera más bien de manera secundaria y que difícilmente nos sea de utilidad en el corto plazo.
Tres, la mayor parte de esa información parte de narrativas muy individualistas, que no va mucho más allá del punto de vista del creador del video o la Historia, y no suelen esforzarse demasiado por incluir otros colectivos o incluso mayor contexto. Además en su mayor parte esa información es rápidamente perecedera.
Cuarto, hemos visto en los últimos años la emergencia de un tipo de viajero que tiende a organizar muy poco la información previa sobre sus viajes. Y que pasa a depender mucho de herramientas en tiempo real, como el caso de Google Maps o similares.
El regreso de la organización
Las guías de viajes no perdieron relevancia porque no fueran útiles. Más bien su problema era su precio y su rápida pérdida de relevancia por la desactualización de la información. Pero la emergencia de las herramientas generativas de Inteligencia Artificial claramente marcan la relevancia de esa información organizada sobre viajes.
Las herramientas de IA presentan tres obvias ventajas: cuentan con información actualizada permanentemente, se generar a partir de necesidades muy puntuales, y suelen ser gratuitas o bastante económicas. Y además sus usos son bastante generalistas, y pueden ser usadas para muchas más cosas que para crear guías de viajes o consejos sobre un destino.
El problema que tenemos por ahora con las herramientas generativas por IA es que la información que brindan es muy generalista y suelen tener datos erróneos o falta de contexto. En todo caso, crear guías de viajes decentes implica un recorrido bastante extenso de prompts, con correcciones y pedidos de ampliación de información a la plataforma de IA.
Es de esperar, de todos modos, que en el corto plazo muchas de estas plataformas mejoren sustancialmente la calidad de los textos producidos, además de la capacidad de acompañarlos con fotos y videos.
Y sí, ya sabemos: buena parte de esa capacidad de generar textos de viajes se basa en el entrenamiento de los sistemas de machine learning con los textos que muchos de nosotros hemos escrito. Y, claro, lo monetizan ellos. Es un buen tema para una próxima entrada.
Habría que juntarse varios a curar la info que de base brinde la IA y recopilar info de viajeros para crear un base de machine learning superior y con cierta validez respaldada por los creadores de esos contenidos originales. Y que la moneticen los autores.
En algo de eso estoy empezando a trabajar. Todo un desafio
Lo veo complicado. Tal como se viene desarrollando la IA, los contenidos que se refieran a elementos definidos -como podría ser un destino- y a datos específicos -como información sobre un destino- no va a ser difícil de generar para todas estas plataformas. Por ahora son medio toscas, pero van a mejorar sensiblemente en el corto plazo. La diferencia creo va a venir por otro lado, por el lado de la creatividad y el análisis, porque en esos puntos la IA, por razones de su arquitectura y fuentes de información, tiende a replicar lo ya existente.